domingo, 6 de enero de 2013

Cuéntame que es de la décima

       Hubo una época que pensé que todas las cosas conspiraban contra la décima, un régimen que la acallaba y un exilio que le metía dentro el hielo grande del destierro, hoy pienso diferente cuando veo a Luisito Quintana, o a un Iran Caballero,  seguro estoy que es  injusto sólo nombrar a estos dos, pero la realidad feliz es que hay decimistas jóvenes buenos como para llenar páginas.
     De Izquierda a derecha: 
         Adalberto Guerra,   
    Juan A. Díaz,  Efraín Riveron .
En años recientes, de mano de Rolando Coro nos llegan de forma digital, videos de controversias en YOUTUBE donde todo el mundo es bueno, desde los guitarreros hasta los que reparten el café.
¿De dónde salen todos estos buenos poetas?
La repuesta está en las cosas simples, la décima pudiera haber llegado en su emigración original a Cuba, y después de una temporada en la boca dulce del criollo, haber alzado velas, pero venia a conquistarnos y así lo hizo. La novia colectiva sufrió por Cuba aferrándose a sus amantes, y cuando estos envejecían, se compadeció de ellos, quedándose para susurrándole su amor octosílabo al oído al golpe del arado contra la piedra dura, y fue lagrima y consuelo a la lagrima.
De Izquierda a derecha: 
Liusbel Rodríguez, 
Adalberto Guerra, 
Robertico García
Geovanis Mesa   
La décima ha pasado también mutilaciones de orden filiar. Muchos poetas dejan atrás las cosas que dan forma a su canto. Se  asientan en tierras extrañas y desde allí regresan en la décima a Cuba. La décima, que ya era emigrante, llegó a la otra orilla entes para recibirlos, y estuvo allí durante los días duros, y se quedo allí después para socorrerles por siempre el alma.
   De izquierda a derecha: 
Efraín Riveron
Adalberto Guerra, 
Robertico  García , 
Eddy Cruz , 
Samay  García.
Ayer tuve la oportunidad de regresar un poco el tiempo en una canturía donde la voz de Efraín Riveron me devolvió a Matanzas sin haberme ido de ella, como sólo sabe regresarse Efraín en cada palabra a su Mayabeque, como si no tuviera otro lugar a donde volver o irse cuando cierra los ojos. Los poetas cubanos exiliados aman tanto a su tierra que no dicen dos palabras sin que regresen en sus palabras a Cuba. En la voz de Liusbel Rodríguez volví a la palma, en la palma joven que lleva dentro, y así fue la tarde metiéndose en la noche para cerrar con Juan Antonio Díaz y Roberto García.
En Juan Antonio están las cosas profundas de lo simple y en Robertico García, las cosas sencillas de la profundidad, esa simbiosis únicamente puede crear la exquisitez de una tarde de canturía.
Juan A. Díaz
Robertico  García
De Izquierda a derecha: 
Liusbel Rodríguez, 
Adalberto Guerra.

2 comentarios:

  1. Te quedo muy buena esta nota, algo para guadar. Me dió mucho placer el conoserte, inclullendo a tu esposa, tu madre y tu hermano. La pase de lo mas bien y al viejo mio tambien le encantó la canturia.
    Un abrazo amigo.

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  2. De nuestra parte fue todo un placer estar alli, encontrarnos. Las familias tenemos que juntarlas pronto, a ver cuando. Gracias por leer. Nos vemos Norberto.

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